11:55. 31 de diciembre de 2006. Hace exactamente un año su mano titubeó antes de hacer el último trabajo de su anterior actividad: la de asesino. Aún, en las noches, cuando cierra los ojos recuerda a la niña tratando de despertar a su padre mientras él simplemente se desvanecía entre las sombras. Hoy ya no se encuentra camuflado para pasar desapercibido, su cabello ha crecido y sus ojos ya se ven; incluso le ha dado cabida a la vanidad. Aún le queda difícil sonreír, pero su mundo ya no es un enigma total: al menos provoca uno que otro comentario de los vecinos.
11:56. Su arma ya no es más que hierro fundido, su larga gabardina ahora es el abrigo de algún personaje de la calle que le estará regalando historias a las sombras en las que este ex – asesino solía habitar. Ya sus pensamientos aparecen, el silencio de su mente que lo acompañaba en lo momentos de disparar ya no es más que un hábito dejado atrás.
11:57. La soledad sigue siendo su compañera, pero ahora es una soledad esperando compañía, una soledad reflexiva. Su mesa, ahora más completa y llena de comida, ya no tiene bebidas alcohólicas y parece esperar compañía.
11:58. Su nueva conciencia penetrada ahora se sumerge en los “¿Por qué?” de lo que ha pasado, en los “¿cuándo?” de los planes futuros y los recuerdos cicatrizados, en los “¿Cómo?” de los nuevos proyectos y en los “¿Para qué?” de un año que se está acabando y de otro que está por comenzar.
11: 59. Un minuto de silencio por todos aquellos que hoy descansan en paz por culpa de la mano asesina que hace un año renunció a cobrar las cuentas de otros y renovó su facultad de valorar, de reconocer lo humano en los otros y de sentir lo que la vida y la gente ofrecen.
12:00 El reloj despertador le avisa al solitario reflexivo que se cumple exactamente un año en que tuvo que salir llorando a escondidas de la escena del crimen. Una lágrima de tranquilidad ahora arrulla su mejilla.
CINCO MINUTOS ANTES DE ACABAR EL AÑO, ES UN BUEN TIEMPO PARA REGALARLE UNA IMAGEN RELÁMPAGO A TU CABEZA Y DARSE UNA LÁGRIMA DE TRANQUILIDAD.
FELIZ 2007.
11:56. Su arma ya no es más que hierro fundido, su larga gabardina ahora es el abrigo de algún personaje de la calle que le estará regalando historias a las sombras en las que este ex – asesino solía habitar. Ya sus pensamientos aparecen, el silencio de su mente que lo acompañaba en lo momentos de disparar ya no es más que un hábito dejado atrás.
11:57. La soledad sigue siendo su compañera, pero ahora es una soledad esperando compañía, una soledad reflexiva. Su mesa, ahora más completa y llena de comida, ya no tiene bebidas alcohólicas y parece esperar compañía.
11:58. Su nueva conciencia penetrada ahora se sumerge en los “¿Por qué?” de lo que ha pasado, en los “¿cuándo?” de los planes futuros y los recuerdos cicatrizados, en los “¿Cómo?” de los nuevos proyectos y en los “¿Para qué?” de un año que se está acabando y de otro que está por comenzar.
11: 59. Un minuto de silencio por todos aquellos que hoy descansan en paz por culpa de la mano asesina que hace un año renunció a cobrar las cuentas de otros y renovó su facultad de valorar, de reconocer lo humano en los otros y de sentir lo que la vida y la gente ofrecen.
12:00 El reloj despertador le avisa al solitario reflexivo que se cumple exactamente un año en que tuvo que salir llorando a escondidas de la escena del crimen. Una lágrima de tranquilidad ahora arrulla su mejilla.
CINCO MINUTOS ANTES DE ACABAR EL AÑO, ES UN BUEN TIEMPO PARA REGALARLE UNA IMAGEN RELÁMPAGO A TU CABEZA Y DARSE UNA LÁGRIMA DE TRANQUILIDAD.
FELIZ 2007.