martes, noviembre 15, 2005

Hans: Un Ser de la Sublimación

Letra sobre letra, Hans es la expresión de un escritor deprimido. Éste lo construyó con una fuerte mirada que pareciera ser el producto de una dolorosa historia de vida ¿La misma del escritor?
¡No se sabe!

Construyó a Hans con una larga gabardina que cubriera los defectos provenientes de la inseguridad, una fuerte y hermosa cara que combatía la timidez y una autoimagen derrumbada; como un habitante de la oscuridad, sin temor alguno; como un hombre sin piernas tenebrosas ni brazos cruzados ¿Acaso el cuerpo del autor?
¡No se sabe!

El escritor dotó a Hans de un arma poderosísima, larga, fuerte y efectiva ¿Será que el escritor está desarmado?
¡No se sabe!

Hans tiene un nombre Alemán, tosco y seco, defendido ¿Cómo se llamaría el escritor?
¡No se sabe!

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* La sublimación es una forma de compensación o de satisfacción de una necesidad a través de un substitutivo: ya sea la escritura, el dibujo o creaciones teóricas. Es llevar el instinto a la producción intelectual o artística, incluso a la práctica de algunos deportes o a la ejecución de actividades varias. El individuo renuncia voluntaria y forzosamente (de manera inconsciente) a la satisfacción de tipo elemental y se compensa con una nueva forma.

martes, noviembre 08, 2005

Esa Mirada

Esa mirada que confía.
Esa mirada que pregunta.
Esa mirada que me insita a bajar la cabeza o a subir el pecho.
Esa mirada que no está ausente aunque no estén tus ojos presentes.
Esa mirada que sonríe.
Esa mirada que castiga mis descuidos.
Esa mirada que alaba mis aciertos.
Esa mirada que enseña.
Esa mirada que gatilla mis motivos, mis razones y mis instintos.
Esa mirada que calienta mis fríos y apaga mis bríos.
Esa mirada que me controla con sabiduría.

No siempre me ves pero siempre me miras, me sigues pero no me persigues.

Esa mirada me cohíbe, me excita y me estremece.
Esa mirada me pone de frente a la existencia en su máxima expresión: corporeidad, relación intermediara entre espectros y colores; sabores y resistencias.
Esa mirada me lleva hasta ti y me trae de vuelta sin separarme de ti.
Esa mirada congela el pasar del aire, del tiempo, del dolor, del pensamiento.

ESA MIRADA, TU MIRADA, ES LA REPRESENTACIÓN DE LA ETERNIDAD EN UN INSTANTE

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Para mi musa en nuestro día. ¡No me dejes de mirar nunca! Feliz día, Te amo.



miércoles, noviembre 02, 2005

Metamorfosis de disfraces


Era 31 de octubre de un año cualquiera. ¡Truco o travesura! Gritaban los niños afuera, pidiendo dulces a cuanto se haya acordado de comprar caramelos para complacer las demandas de feroces lobos, princesas de cuentos de hadas, marineros, superhéroes, animales de todas las selvas y desiertos del mundo y hasta personajes de la vida pública.
Otros niños más grandes se refugiaron en las discotecas, no pedían dulces pero endulzaban la noche con una, varias o muchas copas. ¿Habían visto una enfermera embriagada hasta la inconsciencia abrazada de Michael Jackson? ¿Acaso un sacerdote dándose un apasionado beso con una sexy empleada del servicio? Las combinaciones más extrañas rompen las barreras de la realidad dándole posibilidad a la fantasía.

Mientras, en una habitación de una casa cualquiera, sumergidos en el silencio él le pregunta a ella:

- ¿Truco o travesura? -.

Ella simplemente sonríe, disfrazándose de enamorada y le indica que él decidirá. Él, entonces, se quita el disfraz de cotidianidad y sin recurrir a telas brillantes, lentejuelas o curiosidades de modistas, se disfraza de un mimo desnudo, sus palabras se convierten en gestos y con cosquillas le quita el disfraz de la costumbre a ella; ya no es más la mujer trabajadora de todos los días, sino que queda disfrazada de Eva antes del pecado: sin vergüenza por su desnudez.

El mimo y Eva poco a poco pasan a disfrazarse de pasión, no hay música como en las grandes fiestas, pero el ritmo de la respiración marca el tempo de cada momento. El desfile de los disfraces comienza: él pasa de tímido primerizo a experto amante, pero sin antes dejar de disfrazarse de fiera o de bebé consentido; ella dejó su disfraz de virginal Eva y se vistió de juegos pirotécnicos, de muchos colores y sentimientos. La música de la respiración se tornó más rápida, ahora, juntos se disfrazaron de sublimidad y de temporalidad congelada. Entre trucos y travesuras pasó así la noche de Halloween y fue entonces cuando se disfrazaron de bellos durmientes esperando por el beso del amado a la mañana siguiente.