lunes, septiembre 05, 2005

Famoso Desconocido


Érase una vez un mago, un hombre capaz de obrar de manera inteligente. Sus padres, los cuatro elementos. Sus hijos los fenómenos naturales. El mediador entre los elementos y la tierra. El mundo estaba a sus pies y sólo la mente y corazones humanos les eran difíciles de controlar. Era adorado por infinidad de naciones, aclamado por los niños, sublimado por las adolescentes, respetado por los adultos y considerado un maestro al ojo del anciano sabio de cada familia. Cada uno de sus poderes siempre traía como consecuencia una desgracia frenada, un milagro potenciado, un dolor evitado, un crimen resuelto y muchas almas tranquilas. No había quejas, no había detractores de sus acciones. Todo era perfecto, sólo que nunca ha podido dominar el corazón y la mente de los humanos, así, pensaba él, podría eliminar malos pensamientos e intenciones de unos contra otros, eliminar todo aquello que la Humanidad detestaba de sí misma. Evitar una venganza, hacer las veces de cupido y lograr la tan anhelada “Paz en la tierra”. Muchas eran las maravillas que este gran mago hacía por los hombres; era un superhéroe de lo místico, la magia al servicio de la humanidad. Sabía cómo satisfacer necesidades pero no podía adivinarlas. Uno más de los poderes anhelados, si tan solo pudiese adivinar lo que los demás quieren o necesitan pare ser felices o al menos para ser comprendidos, podría ayudar a muchas personas y, hasta de pronto, podría enamorarse más fácilmente, pues entre sus poderes no poseía la extroversión para cortejar a una dama o ganar amigos. Todas y cada una de sus cualidades, lo hacía un famoso desconocido.

La soledad de los demás era solucionable pero la suya no. No se diferenciaba en mucho de los otros superhéroes que las tiras cómicas o el séptimo arte han creado.
Alguna vez un anciano, de esos que saben más de lo que su cuerpo puede aguantar auguró:
“El héroe dejará de serlo por intentar ser héroe”.
Su nieto, su único escucha en ese momento le contesto:
“Abuelo, lo que es bueno nunca dejará de ser bueno”.

Dicen los que saben y los que cuentan cuentos que su afán de ayudar tratando de conocer los secretos de los corazones y mentes humanas lo llevó a la desesperación, tanto así que llegó hasta el punto de acudir a uno de esos magos de los que hablan las malas lenguas, magos que su olor no los deja salir, su imagen no los deja mostrarse y su sabiduría es tan peligrosa como un cuchillo en manos de un vengador. El mago de esos, a cambio de unas cuantas cosas que nunca se supo qué eran, le otorgó el poder de controlar y adivinar lo que desea cada uno de los corazones y las mentes humanas. Todo fue perfecto, cambió las mentes de lo malos, avivó los corazones de los tristes, hizo las veces de cupido, y desvaneció el mal juicio entre los hombres. Nada podía salir mal.

Cierto día, caminando por una de las calles de ese mundo que había construido gracias a sus deseos, advirtió que los demás lo miraban con algo de desprecio. El se preguntaba:
“¿Pero qué pasa? Sí yo les di paz, armonía, buenos sentimientos, buenos deseos, buenas intenciones. No existe la maldad en sus corazones ni en sus mentes, ¡Yo las erradiqué!”

El anciano le contestó:
“Amigo, tu intención es buena pero tu acción es mala. Adivinaste que mi hijo quería un auto nuevo y se lo diste, entendiste que el alcalde necesitaba capital para sus obras de embellecimiento urbano y se los proporcionaste, te diste cuenta que Juan se enamoró de María y ahora están casados. ¡Todo eso está muy bien! Pero en realidad nos despojaste de ilusiones, de la satisfacción de alcanzar las cosas por nuestros propios medios, nos robaste el libre albedrío, la posibilidad de arrepentirnos, de aprender de nuestros errores. Nos vendiste la falsa ilusión de que el mal no existe, sabiendo muy bien que sin él, el bien no puede ser tampoco. No es vida buena lo que nos has dado, sólo le compraste la tranquilidad al mago de esos. ¿Y cuánto te costó?”

El mago que otrora fue héroe y que ahora deseaba volver a ser un famoso desconocido le contestó:
“simplemente le di mi egoísmo”.

El viejo y el niño tenían la razón.

12 comentarios:

Alvaro Rolando dijo...

Jose, vaya, varias cosas. Me gusta la imagen del mago, muy sugerente, y muy deseable, quién no ha querido ser un ser poderoso y hacer realidad sueños, dar sonrisas, quitar lágrimas. Este tema de la bondad me parece llamativo, y es que el afan redentor es, a mi modo de ver, una patología, es nocivo para el pseudo salvador y un estorbo para los redimidos. Me hace acordar de la cita de Nietzsche sobre los cristianos "quién podrá salvarlos de su salvador?". Alguna vez escuchaba un proverbio oriental que decía: "Si en el camino te encuentas con el Buda, mátalo". La idea es que este Buda es una imagen salvadora, que no es más que una ilusión del pensamiento. Al matar al buda, lo que se quiere decir es que las ayudas externas no sirven para hallar el camino personal, esto sólo se halla en el interior de cada uno de nosotros, a la larga el Buda, el salvador, el mago es un estorbo. Nos facilita las cosas, nos regala y eso se convierte en un vicio, el mago no es más que un compasivo, un enfermo. Ahora desde el punto de vista del mago, la vida es un infierno, porque tampoco halla la felicidad en sí mismo, sino en arreglarle la vida a los otros, no ha descubierto su propia felicidad, es un infeliz completo, que ni siquiera la felicidad de los otros lo sacia. Interesante en díalogo intergeneracional del niño y el anciano, y bonito eso de que ambos se ponen de acuerdo.

Un abrazo querido amigo.

Anónimo dijo...

Solamente somos felices, cuando soñamos despiertos con la felicidad futura, por eso decimos “Cuidado con lo que deseas”, no porque lo conseguiremos, sino porque al conseguirlo, estamos condenados a no desearlo mas.
Vivir por los deseos no nos hara felices, lo que significa ser humano es esforzarse por vivir, por ideas e ideales, y no juzgar la vida, por lo que hemos obtenido en funcion de nuestros deseos, sino por esos pequeños momentos de integridad, de compasión, de racionalidad, e incluso de sacrificio.

Enigma dijo...

Hay dos formas de pasar a la posteridad, por tu buen corazon (los menos) y por tus fechorias (los mas)...

Aqui dicotomizado esta el escrito, ¿a quien le vas?

Buen escrito.

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Anónimo dijo...

El final, qué vacano. Y pues hay veces en que me cuestiono mucho sobre la voluntad humana, en sí toda voluntad, porque ni en uno ni en otro lado del camino se hayan contentos. Tal vez me incluyo a veces...

Pero, tal vez en mi único punto de vista actual, el obrar del héroe se lleva a ese fin, a tratar de salvar. El cómo y el a quién es algo personalizado. Muy buen escrito.

Andrés Carrera de Mulder dijo...

ME GUSTÓ MUCHO LA HISTORIA DE ESTE HERÓE DE TAN NOBLE CORAZÓN Y EL DIBUJO, COMO SIEMPRE, REFLEJANDO SU SELLO PARTICULAR, QUE POR CIERTO AGRADEZCO QUE LOS EXPONGA AL PÚBLICO.

ME QUEDO CON LA PARADOJA DE LOS REGALOS, PORQUE ABUNDAN LOS QUE TIENEN LA MAÑANA DE COGERSE EL CODO, CUANDO SE LES ESTÁ OFRECIENDO LA MANO.

UN ABRAZO AMIGO PINT0R!

Csar A. dijo...

Hola Jose. La verdad, no tengo mucho que decir. Comparto el comentario de Alvaro: todo intento mesiánico es una pose ridícula, casi patológica. Es que es inútil todo despliegue de fuerzas hacia el adoctrinamiento, bien sea apunta de magia o religión. Basta con cultivar, como dijera Voltaire, el propio huerto, para alcanzar esa "paz" que tanto anhelan sus escritos. Por lo demás, muy bien escrito.

Un saludo mi hno.

Dra. Kleine dijo...

SImplemente, me gustó. Si. genial. Dejas en lo profundo pensando en el ser. En lo que anhela. Así lo veo yop.
Siendo fiel al blog. heme aquí.

Anónimo dijo...

Guauuu!!! Me ha encantado me ha dejado cosita bella dentro...

Dr. Phyloel dijo...

ALVARO:

Totalmente de acuerdo. Jugar a ser redentor y renunciar al egoísmo es un extremo patológico. Y sí, aquellas ficciones que nuestra mente crea para darnos cabida en el ámbito de la tranquilidad y la compasión, nos pueden otorgar algunas ganancias, pero el círculo se completa.

GRAN COMENTARIO. Creo que, a la final, el mago si tenía su magia.

AQUEL ERIC: Los deseos son preocupaciones, pero en algunos momentos son pasiones. Como tambi´n los hay instintivos y otros reparadores. Pero sí, vivir en función de ellos es algo complicado y muy dificil de lograr... pero, a la final ¿Y si no deseamos? ¿Qué pasa?

ENIGMA: Yo le voy a la relatividad. A veces el salvador de uno, es el tirano de otros. No pienso en dicotomía, pienso en tensión, en tonos grises que se logran entre todo el espectro entre el blanco y el negro.

CAROLINA: De acuerdo. A la final, es un deseo individual. El problema del famoso desconocido es que renunció a su egoísmo.

ANDRÉS: ¿Qué gran paradoja, no? Es complicado saber hasta dónde llega la caridad o el heroísmo cuando las respuestas son de tantas formas. Creo firmemente que hay que dar y también hay que esperar recibir. De lo contrario sería una relación de poerde-gana. la cuestión es: ¿y qué se puede esperar, es sano hacerlo?

BOGATO: Espero esa duda que puede iniciar una gran e interesante discusión.

CÉSAR: Viniendo de usted, la frase "muy bien escrito" es más que un halago. En realidad su estilo y su forma de escribir me parecen geniales, así que me considero premiado con este comment.

G.KLEINE: Mi fiel lectora. Siempre espero con ansias tus comentarios que nunca faltan y me llenan de buenas razones para seguir escribiendo.

HECHICERA DE LA LUNA: Mi misión está cumplida. No sólo escribo para el delite de los ojos lectores, también para mover las fibras sensibles de un espectador. Con que lo haya logrado una vez, me doy por bien servido.

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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